viernes, 9 de octubre de 2015

Charles Chaplin: The Kid



Sin lugar a dudas Charles Chaplin ha sido uno de los más grandes y talentosos exponentes del séptimo arte que ha habido. No sólo destacó como actor de cine, sino también en teatro y en otros ámbitos como la música -compuso gran parte de la música de sus propias películas- y la literatura, -llegó a escribir poesía- dejándonos un sin fin de obras maravillosas que aún hoy en día son consideradas joyas.


Charles Chaplin caracterizado como Charlot.
Debo ser sincero, soy de los que conocía más el nombre y la imagen que la persona o el personaje en sí, pero recientemente me di la oportunidad de conocerlo mejor gracias a un documental francés titulado La naissance de Charlot (El nacimiento de Charlot) en el que se narran los humildes inicios de Chaplin en el mundo del espectáculo, pasando por cómo concibió a aquel entrañable personaje llamado Charlot, hasta la realización de sus obras más importantes y sobresalientes en el cine (que fueron muchas). Gracias a este documental fue que decidí darme a la tarea de conocer más sobre el actor, sobre Charlot, sus creaciones y obras. Claro, dejando de lado la polémica que pudo o no causar por su opinión política-personales, pues sin lugar a dudas Chaplin ha dejado un gran legado e inspiración para cada una de las generaciones posteriores a la suya.

Después de ahondar sobre la teoría de este gran actor, decidí por fin ver una de sus películas que he de decir no fue tan difícil encontrarlas pues algunas (no estoy seguro si todas) son consideradas de dominio público. Sabiendo esto, me hice de las más conocidas como El Circo (1928), Tiempos Modernos (1936), La Quimera de Oro (1925), El Gran Dictador (1940) y The Kid (1921). Teniendo esta pequeñísima colección comencé a verlas en base al año en que fueron presentadas al público, fue así que vi The Kid.

He visto muy pocas películas mudas, lo que en un principio me hizo dudar de si veía The Kid o no, pero al final lo hice y me he llevado una grata sorpresa pues parece mentira como este tipo de cine clásico donde las emociones están a flor de piel sin necesidad de diálogos extensos o rebuscados, ni de grandes efectos especiales o presupuestos descomunales y en los cuales lo más importante eran todos aquellos aspectos como las expresiones corporales, las emociones, la misma actuación, la fotografía y el ambiente que se recreaba en estos films con el fin de causar todo tipo de sensaciones al espectador, algo que hoy en día, desgraciadamente se han ido perdiendo.

"Caridad: para algunos una obligación,
para otros una alegría."
The Kid presenta como era la vida en los callejones y vecindades de las grandes ciudades en la época y como si no fuese bastante para el espectador, vemos como una madre, -quien en un arrebato de desesperación- abandona a su hijo en un auto lujoso con el fin de que viviese con una familia rica y adinerada que le pudiese dar una vida mejor comparada con lo que ella pensó que sería una vida de miseria a su lado, no sin antes dejar una nota . Por asares del destino, ese mismo auto es robado por dos malhechores quienes al percatarse de la presencia del niño no dudan en deshacerse de él, dejándolo en el basurero más próximo en su camino. Es entonces que en un acto totalmente fortuito aparece Charlot, un vidriero humilde y pobre que termina encontrando al niño junto con nota en dicho basurero. Como es de entenderse y por su mera naturaleza, Charlot se resiste a quedarse con el niño, pasando a si a una serie de secuencias clásicas del cine de la época que terminan con el niño siendo aceptado y cuidado por un inexperto pero vivaz padre: Charlot. Arrepentida, la madre regresa al lugar donde dejo a su hijo para buscarlo, solo para darse cuenta de que el auto donde lo dejó había sido robado con su hijo a bordo. Es así como ella entiende que tal vez jamas vuelva a verlo.

La escena del niño suplicante, una de las más famosas del cine.
La historia es por de mas conmovedora y la ves que divertida, la cual esta basada en las propias vivencias de Chaplin durante su niñez. Aun sabiendo esto, podemos ver como Chaplin supo amalgamar tanto situaciones cómicas con otras un tanto emotivas, las cuales son majestuosamente interpretadas por él mismo y sobre todo el niño interpretado por Jackie Coogan, a quien Chaplin, en un gran acierto le otorgo más tiempo en pantalla y a la vez de cierta libertad interpretativa, lo que le llevo a que Coogan se convirtiera en el verdadero protagonista.

Cabe destacar ciertas escenas en donde vemos a un Jackie Coogan de tan solo 5 años, dando una actuación por demás excepcional: Una en donde el niño es arrebatado de los brazos de su padre adoptivo y aquella otra escena en la que el pequeño llora suplicante, en la parte trasera del camión del servicio social que lo lleva al orfanato público. Y que decir de Chaplin, quien sin lugar a dudas fue un gran exponente del cine y la actuación, vamos, un artista en toda la extension de la palabra.

Coogan como el tío Lucas
(Uncle Fester)
Como dato curioso, les comento que Jackie Coogan interpreto años mas tarde (en 1964), uno de los roles más importantes de su carrera, pero esta vez fue para la televisión. Se trata del Uncle Fester (Tío Lucas) en la serie de televisión The Addams Family, la cual contó con 2 temporadas y estuvo al aire por casi 3 años.

En conclusión, vale totalmente la pena ver este gran clásico del cine -y más aprovechando que es del dominio público- pues como lo dice en su publicidad: “Es una historia para reír y quizás, para llorar”, cargada de mensajes muy bellos y conmovedores pero que también trata sobre la vida misma.

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