Sin lugar a dudas Charles Chaplin ha sido uno de los más grandes y talentosos exponentes del séptimo arte que ha habido. No sólo destacó como actor de cine, sino también en teatro y en otros ámbitos como la música -compuso gran parte de la música de sus propias películas- y la literatura, -llegó a escribir poesía- dejándonos un sin fin de obras maravillosas que aún hoy en día son consideradas joyas.
Charles Chaplin caracterizado como Charlot. |
Debo ser sincero, soy de los que conocía más el nombre y la imagen que la persona o el personaje en sí, pero recientemente me di la oportunidad de conocerlo mejor gracias a un documental francés titulado La naissance de Charlot (El nacimiento de Charlot) en el que se narran los humildes inicios de Chaplin en el mundo del espectáculo, pasando por cómo concibió a aquel entrañable personaje llamado Charlot, hasta la realización de sus obras más importantes y sobresalientes en el cine (que fueron muchas). Gracias a este documental fue que decidí darme a la tarea de conocer más sobre el actor, sobre Charlot, sus creaciones y obras. Claro, dejando de lado la polémica que pudo o no causar por su opinión política-personales, pues sin lugar a dudas Chaplin ha dejado un gran legado e inspiración para cada una de las generaciones posteriores a la suya.
Después de ahondar sobre la teoría de este gran actor, decidí por fin ver una de sus películas que he de decir no fue tan difícil encontrarlas pues algunas (no estoy seguro si todas) son consideradas de dominio público. Sabiendo esto, me hice de las más conocidas como El Circo (1928), Tiempos Modernos (1936), La Quimera de Oro (1925), El Gran Dictador (1940) y The Kid (1921). Teniendo esta pequeñísima colección comencé a verlas en base al año en que fueron presentadas al público, fue así que vi The Kid.
He visto muy pocas películas mudas, lo que en un principio me hizo dudar de si veía The Kid o no, pero al final lo hice y me he llevado una grata sorpresa pues parece mentira como este tipo de cine clásico donde las emociones están a flor de piel sin necesidad de diálogos extensos o rebuscados, ni de grandes efectos especiales o presupuestos descomunales y en los cuales lo más importante eran todos aquellos aspectos como las expresiones corporales, las emociones, la misma actuación, la fotografía y el ambiente que se recreaba en estos films con el fin de causar todo tipo de sensaciones al espectador, algo que hoy en día, desgraciadamente se han ido perdiendo.
"Caridad: para algunos una obligación, para otros una alegría." |
La escena del niño suplicante, una de las más famosas del cine. |
Cabe destacar ciertas escenas en donde vemos a un Jackie Coogan de tan solo 5 años, dando una actuación por demás excepcional: Una en donde el niño es arrebatado de los brazos de su padre adoptivo y aquella otra escena en la que el pequeño llora suplicante, en la parte trasera del camión del servicio social que lo lleva al orfanato público. Y que decir de Chaplin, quien sin lugar a dudas fue un gran exponente del cine y la actuación, vamos, un artista en toda la extension de la palabra.
Coogan como el tío Lucas (Uncle Fester) |
En conclusión, vale totalmente la pena ver este gran clásico del cine -y más aprovechando que es del dominio público- pues como lo dice en su publicidad: “Es una historia para reír y quizás, para llorar”, cargada de mensajes muy bellos y conmovedores pero que también trata sobre la vida misma.
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